miércoles, 23 de diciembre de 2015

Hoy es el cumpleaños de Rosita, una amiga del Colegio San Francisco de Tartagal, Salta. Pasaron muchos años hasta que gracias a esta tecnología nos reencontramos. El regalo, es algo que escribí para Nancy, pero quiero compartirlo con ustedes y desearle un muy feliz cumple a Rosita.

El Regalo          


Hoy sentí necesidad de buscar un regalo hermoso. Pensando en vos salí a mirar vidrieras pero… nada me gusto.
En verdad no tenía idea de lo que buscaba, solo sabía que tenía que ser lo suficientemente bello para deslumbrarte.
Te imaginaba probándote las prendas o accesorios exhibidos en los escaparates, un reloj, un anillo, un par de lentes, un vestido, algún perfume de fragancia delicada como tu piel, pero...nada me gusto. Todo empalidecía cuando lo retiraba de la vidriera y lo colocaba imaginariamente sobre tu cuerpo.
Estuve toda la tarde caminando sin encontrar nada que fuera totalmente de mi agrado y lograra deslumbrarme para deslumbrarte.
Al llegar la noche transitaba sin destino con las manos vacías, me sentía apesadumbrado por no haber encontrado el regalo apropiado para tu cumpleaños, simplemente imaginaba que no existía un regalo perfecto.
Levante la vista al cielo y vi una estrella que iluminaba con mucha más intensidad que el resto, entonces pensé como lograr que esa estrella fuera mi regalo, era una estrella perfecta, su brillo inmaculado contrastaba con el negro azabache del cielo, parecía una astilla de cristal de roca engarzada en una delicada talla de ébano.
Sin saber cómo hacer para obtener esa estrella consulte a los duendes de mi fantasía, en principio no entendieron sobre que les hablaba, hasta que un anciano me preguntó si el regalo que buscaba era para una mujer. Dije que sí e inmediatamente todos los duendes  asistieron en mi necesidad. El anciano aconsejó que para alcanzar la estrella radiante, debía correr el telón de  la noche.
Busque en la inmensa oscuridad la forma de correr el negro manto de terciopelo y cuando pude hacerlo me encontré con un amanecer tan perfecto que empalidecía la belleza de la estrella, cambie de parecer y pensé en regalarte el amanecer, entonces volví a recurrir con los duendes, les pregunte como debía hacer para poder tener ese amanecer tan hermoso, y me dijeron que debía buscar detrás del horizonte.
Una vez que hallé el horizonte, quise envolver el amanecer en un sutil papel de regalo, pero vi que detrás del amanecer asomaba un arco iris en todo su esplendor, entonces nuevamente cambie de idea y volví a preguntar a los duendes, como debía hacer para conseguir el arco iris, ellos me contestaron, que debía buscar detrás del arroyo de aguas claras.
Caminé por el borde del arco iris sin tocar sus majestuosos colores, hasta encontrar un arroyo de aguas mansas, entendí que allí nacía el arco iris, y cuando me propuse tomarlo para regártelo, encontré algo más hermoso todavía.
El agua clara del arroyo era el reflejo de tus ojos, nunca vi nada tan hermoso, nunca nada me deslumbró tanto… Discúlpame quise regalarte lo más precioso que vi en mi vida, pero no pude. Ya es tuya esa mirada.


Gracias por estar en mi amanecer.

3 comentarios:

  1. Amix,me encanto lo que le dedicaste a nuestra adorada amix Rosita.Grax x invitarnos a ser partícipes de tus escritos GENIO!! DESPUES DE TANTO TIEMPO,CON MUCHA ALEGRIA Y VON EL MISMO CARIÑO QUE NOS BRINDAMOS EN LA ADOLESCENCIA ESTAMOS UNIDOS!!SUERTE BESOS

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  2. Gracias Amiga por haber dejado una moneda tan valiosa en la gorra de mi vida

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  3. Gracias Hugo por hacernos cómplices de tus letras :)

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